La verdad es que no entiendo nada.

Tras el auge de las redes sociales y lo que en ellas se refleja de mi vida, sin que yo mismo lo entienda, me di cuenta que tengo varias personalidades o carezco totalmente de alguna. Bienvenidos a la verdadera historia, relatada por letras que yo mismo he decidido poner juntas para lograr que el mensaje llegue con claridad a quienes decidan seguirme. Un poco de humor, realidad, poesía y cuento. Aclaro desde ya que no se si quien escribe es mi verdadero yo o un demonio que decidió emerger a traves de un blog.

Soy el resultado de acción sin reacción, mi causa es difusa.

Pablo Roberto García.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Es mi soledad

Y sucedió que llegó sin que me importara o no me preguntara... Entonces llegó sin preguntarme lo que serían mis noches insípidas y mis mañanas calurosas aún en el mas fuerte invierno. Pareciera que la soledad me conoció hace años y sabe como soy para saber como atacarme.

El otro día soñaba con una canción con la que hablaba día y noche, yo sabía de su vida y ella de la mía, era música desde el amanecer hasta acostarme a dormir y entonces vivía tranquilo, acompañado desde la distancia, solo y sin remedio. Ella sin saber, era mi soundtrack diario, ella si lo sabe, ella esta leyendo.

Estar solo significa que no hay nada que pueda ayudar, a veces un océano significa el infierno pues te separa de aquello que amas y mientras tanto debes odiar porque tu realidad te obligó.

Mi vida entre soñar y temer se encuentra en pausa y en soledad no soy capaz de definir si lo que tengo es miedo o si soy un pobre niño caprichoso que quiere ver a su mamá en navidad. Me resguardo entre personas que son capaces de emitir un veredicto desde una base lógica sin saber quien soy, sin saber que mi vida no es la de un simple mortal que camina en las calles de otro país, sino la de un enfermo enamorado que no logra soltarle la mano a su tierra, aunque tanto daño le ha hecho. Me alimento de mis gritos desesperados por salir de esta alocada incoherencia que tanto amo. Mi propia postura se eleva al pensar en mis recursos frente a esta porquería.

En mi soledad me encontré con un tipo que me da miedo, que después del atardecer se esconde, que a veces se pierde sin querer, que se vuelve un tipo que venera al sueño como arma de escape y no como arma de libertad, su soledad le hizo tanto daño que dejo de ver quien es y lo que vale. Que jodido ver que quien esta en mi soledad soy yo mismo, que inocente imaginar que en mi soledad habría alguien que no fuera yo.

Sr. García.

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