La verdad es que no entiendo nada.

Tras el auge de las redes sociales y lo que en ellas se refleja de mi vida, sin que yo mismo lo entienda, me di cuenta que tengo varias personalidades o carezco totalmente de alguna. Bienvenidos a la verdadera historia, relatada por letras que yo mismo he decidido poner juntas para lograr que el mensaje llegue con claridad a quienes decidan seguirme. Un poco de humor, realidad, poesía y cuento. Aclaro desde ya que no se si quien escribe es mi verdadero yo o un demonio que decidió emerger a traves de un blog.

Soy el resultado de acción sin reacción, mi causa es difusa.

Pablo Roberto García.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Es mi soledad

Y sucedió que llegó sin que me importara o no me preguntara... Entonces llegó sin preguntarme lo que serían mis noches insípidas y mis mañanas calurosas aún en el mas fuerte invierno. Pareciera que la soledad me conoció hace años y sabe como soy para saber como atacarme.

El otro día soñaba con una canción con la que hablaba día y noche, yo sabía de su vida y ella de la mía, era música desde el amanecer hasta acostarme a dormir y entonces vivía tranquilo, acompañado desde la distancia, solo y sin remedio. Ella sin saber, era mi soundtrack diario, ella si lo sabe, ella esta leyendo.

Estar solo significa que no hay nada que pueda ayudar, a veces un océano significa el infierno pues te separa de aquello que amas y mientras tanto debes odiar porque tu realidad te obligó.

Mi vida entre soñar y temer se encuentra en pausa y en soledad no soy capaz de definir si lo que tengo es miedo o si soy un pobre niño caprichoso que quiere ver a su mamá en navidad. Me resguardo entre personas que son capaces de emitir un veredicto desde una base lógica sin saber quien soy, sin saber que mi vida no es la de un simple mortal que camina en las calles de otro país, sino la de un enfermo enamorado que no logra soltarle la mano a su tierra, aunque tanto daño le ha hecho. Me alimento de mis gritos desesperados por salir de esta alocada incoherencia que tanto amo. Mi propia postura se eleva al pensar en mis recursos frente a esta porquería.

En mi soledad me encontré con un tipo que me da miedo, que después del atardecer se esconde, que a veces se pierde sin querer, que se vuelve un tipo que venera al sueño como arma de escape y no como arma de libertad, su soledad le hizo tanto daño que dejo de ver quien es y lo que vale. Que jodido ver que quien esta en mi soledad soy yo mismo, que inocente imaginar que en mi soledad habría alguien que no fuera yo.

Sr. García.

martes, 18 de noviembre de 2014

Atípico debate.

Que sorpresa me llevé cuando la vi, de cabello castaño claro, liso que reposaba sobre sus hombros, una mirada de ojos café con el poder de domar a un león y seducir a cualquiera. Me saludó con las buenas tardes y yo nervioso, seguí mi camino a la entrada del auto mercado haciéndole saber con un ligero movimiento de cabeza que su saludo fue recibido y que además, me había gustado. Que chica tan linda.


Fue un momento tan intimo, con un intercambio tan brutal de información, que pasé por alto el hecho que reposaba sobre la pared, sentada en el suelo, se arropaba con un trapo viejo y que  tenía un cartón rayado con marcador negro solicitando cierto tipo de colaboración. Que pena haber entendido que su mano extendida no era para que yo la sujetara.

Todos me conocen y quienes no se hacen una idea: Soy un tipo que se enamora al menos 15 veces al día, hay chicas muy bonitas en todo el mundo, que visten muy bonito y que despiden ese aroma hermoso que dice que ella es la niña más bonita del mundo, ergo, Paberto se enamora. Las mujeres, todas, saben exactamente que hacer para que yo deba caminar cerca de las paredes y sujetarme en caso que alguna se apodere de mi equilibrio. Si lo negara, estaría mintiendo, ella, la mujer, es lo más lindo que se pudo crear sobre esta tierra. Pero coño, ella era una mendiga sentada fuera de un auto mercado y si bien no percibí su aroma, realmente, me dejó muy confundido.

Claro, ahora estoy comprando mis vainas, que además necesito comprar rápido porque tengo el arroz montado en casa y mi mente empieza a jugarme trucos para hacerme sentir como una real porquería de persona. "¿De verdad, Paberto?" Y yo le respondo: "Si vale, pero ¿cuál es el problema? ¿O es que ahora las mujeres que piden plata no tienen derecho a despertar una duda? No me jodas, mente, no seas clasista" Luego ella insiste y me dice: "Pablito, Paberto, Pablo Roberto, vas a tener que venir con algo mejor que eso" Y yo callo, sigo comprando pensando en lo difícil que será salida del super. ¿Se imaginan la decepción de mi mamá cuando le diga que invite a salir a una mujer de la calle? Creo que incluso me voy a tardar más de la cuenta, prefiero que se queme el arroz y ella se vaya de ahí, si el destino es sabio... ¡Coño, callate, Pablo! ¿Qué coño te pasa?. 

El debate me abandonó cuando la naturaleza del mercado me absorbió y me llevó a la caja para pagar por mis selecciones, pero ahora, no me avergüenzo de reconocer que su mirada me cautivó y se hizo de mis pensamientos por unos eternos 5 minutos. Les juro, jamás vi a una chica pidiendo dinero tan linda. Lo cierto es que ella quedará para siempre y sin saberlo, ahorita, me esta haciendo pasar un momento perfecto frente a mis letras rebeldes y carentes de sentido alguno.

Gracias, mujer de la calle.

Sr. García.


domingo, 9 de noviembre de 2014

Abuelo Feo

Abuelo Feo,

Ha pasado mucho tiempo desde que te fuiste y tengo muchas cosas que contarte.

Te cuento que fui a la Universidad Católica Andrés Bello y ahí  me gradué de abogado y que hoy en día trabajo con deporte, imagínate, estoy caminando a lo que siempre soñé ser. Vivo feliz, rodeado de mi familia y mis amigos, he tenido la oportunidad de conocer lugares hermosos, pero mi corazón será siempre de La Guaira.

No ha sido fácil, he luchado mucho, he trabajado mucho para conseguir la carretera que me llevará hasta el objetivo, así como tu lo hiciste. He tropezado en más de una oportunidad, han sido tropiezos muy fuertes en los que mi vida ha estado en riesgo, pero gracias a mi mamá, a mi papá y a mis tíos, he podido seguir adelante. Por momentos pensé que todo estaba perdido, pero la familia me apoyó cuando lo más fácil habría sido señalarme y darme la espalda, lo que habla del amor que existe entre nosotros. A Itatita le conté poco, la verdad me dio vergüenza y no quería que se preocupara más de la cuenta, pero se que en el fondo ella sabía que algo estaba mal y cuando me veía, me abrazaba con más fuerza que de costumbre y yo entendía el mensaje: "No estas solo".

Quería decirte que vivo para ser como tu, que cuando veas la firma de esta carta, sabrás que eres mi modelo, con tus defectos como guía y tu sonrisa como norte. Todos los días le pido a Dios por que le de al carisma que heredé de ti la mitad de tus resultados y seré entonces un hombre completo. Cuando tu te fuiste, te convertiste en ese angelito que guiaría mis pasos desde el cielo. Utilizo tus frases más famosas, a veces me río y siento que quien se ríe eres tu y cada vez que veo tu imagen en una foto, mi corazón llora de alegría por saber que tu fuiste, eres y serás por siempre mi abuelo feo, el que se escapó de un manicomio.

¿Sabías que viví en Chicago? Es la ciudad más linda que he visto fuera de Venezuela y la primera vez que entre a Wrigley Field y canté el "Take me out to the ball game", lo hice a todo dar para que me escucharas. Seguimos esperando que los Cubs vayan a una Serie Mundial, pero cuando lo hagan, voy a buscar la manera de llevarte al estadio conmigo, te brindo un hot dog y todo lo que quieras tomarte con la plata que siempre me dabas para guardar en el cochinito.

En la sala de mi casa hay una pared muy linda con fotos viejas y mi hermano y yo le pedimos a mi mamá que pusiera la foto que nos regalaste a mi y a Juan Andrés el día de mi graduación del colegio y ahí esta, te ves muy bien y nos das fuerza. "Para mis nietos cuando era joven" dice la foto de tu puño y letra.

Quiero que sepas que tienes una sección en mi blog, que he soñado con volverte a ver y hablar de hombre a hombre contigo, que mi papá y mis tíos te aman con locura y que mi primo Diego nos hizo llorar a toda la familia cuando mencionó tu nombre en una rutina como Maestro de Ceremonia en un concierto que organizó mi hermano.

A menudo le digo a todos que estás en el cielo construyendo la Quinta Catira de Macuto para que cuando mi abuela decida ir contigo, se sienta como en casa de nuevo, ella esta muy cansada y quiere volver a verte, eres el hombre de su vida. Al final del cuento, todos volveremos a Macuto y nos vas a despertar a todos a las 8:00 am de un sábado para decirnos que las arepas de Bibi están listas

Quiero que sepas que te amo y que no hay un día en el que no te piense.

Tu nieto querido,

Sr. García

El miedo

Me veo tan lejos de todo y tan cerca de tanto, que empiezo a preguntarme eso que entiendo me mantiene vivo: ¿En donde estoy? Me es tan difícil ubicarme en el mundo multipolar en el que vivo, que posiblemente pasaré la vida entera pensando que estoy en el lugar correcto, sin estar ni cerca o por el contrario, imaginar que vivo una realidad equivocada cuando no hay otro momento en el tiempo en el que podría estar mejor.

Cuando quiero estar aquí, la vida me empuja para allá y el amor, siempre inoportuno, es solamente un reflejo de la demencia que vivo por dentro, en la que los protagonistas salen a la obra sin un guión previamente escrito. Hoy en día estoy motivado por la necesidad de caminar de la mano de mis sueños, porque me convencí que solamente así podré llegar a lograrlos y en ese momento, estará alguien tomando mi mano para brindar la tranquilidad que tanto necesito, para generar la chispa que junto a mi madera se conecten en un fuego eterno de cariño y respeto, dejaría de ser inoportuno y empezará a ser espontáneamente perfecto.

Es una mezcla de distancias, soledades y retos las que me tienen ahorita frente a mi blog, abandonado desde hace varios años, por miedo a tatuar en él un pensamiento marcado por la confusión de un corazón roto, convencido que no hay que temer a lo que te ha hecho más grande y que dejar mi país por segunda vez, será el trampolín para seguir construyendo el castillo en el que no he parado de soñar, desde que mi abuelo Feo se fue a construir Macuto en el cielo.

Respondo a quien algún día me gritó con una palabra de amor y vuelvo a expresar ese miedo que me hace ser la persona que soy, pues si dejará de sentir miedo a equivocarme, a darme un nuevo primer beso, a atreverme con la chica que me gusta, a decirle a mi mamá que la extraño, a casarme con un nuevo proyecto y a pedirle a Dios por el descanso de ellos dos, ese día estaré muerto.

Im back.

Sr. García

martes, 22 de mayo de 2012

De viento y velas

En la monotonía de su respiración, con la mirada perdida entre retazos de tela rota y figuras entre nubes y cielo, encontró lo que buscaba desde hacía tanto tiempo, la única razón lógica que explicaba el por qué aún se encontraba de pie a pesar del fuerte y tambaleante oleaje.

Navegar entre vidas y golpes no era más que la lección más importante de su vida, cada situación le enseñó a ajustar, trabajar y recibir el benefició de haber alcanzado las metas que por momentos vio mermar en el cielo nublado, en las promesas de lluvia.

Entendió que el camino de victoria en victoria, conduce directo a la soberbia y amén de sumar, resta, mientras que de derrotas y adversidades, únicamente se puede mejorar y crecer. Su vida hoy dista de ser perfecta, es real, es únicamente su puente hacia un mañana nuevo y que promete mejorar.


Pablo Roberto García
Sr. García

sábado, 5 de noviembre de 2011

De ilusiones de verdad.

La ilusión es intangible, es invisible, dicen por ahí que es algo que vive en el corazón de cada quien. Intangible, pero se siente cuando no está; invisible,  pero la puedes ver cuando camina y se aleja y vive en el corazón de cada quien, pero sin que nadie se lo pida, decide mudarse o salir a caminar sin rumbo definido y sin fecha de retorno. La ilusión, inclusive, huele bonito, se respira y te pone al frente el más increíble cielo azul cuando de nubes negras realmente está cubierto. La ilusión es ese sentimiento extraño que te pide que sigas luchando, que sigas respirando aunque te estés hundiendo en el agua, es el mejor relleno para un vacio que creó la adversidad.

En un mundo de realidades tan terribles, vivir de ilusiones pareciera ser el camino, pero ¿quién controla el camino cuando se vive de ellas? La ilusión y la verdad deben ir de la mano, me explico, se necesita crear de sentimientos que de verdad existen y además estar sostenidos por una realidad tangible que los haga realidad para alimentar el poder de la ilusión, cuando se acaba la fuerza y el poder, la ilusión se marcha sin querer. No es fácil esto, porque la ilusión es un sentimiento propio que se rige bajo la fuerza y el deseo personal, en cambio la realidad en ocasiones escapa de nuestras manos y no responde a nuestros deseos.  

La ilusión es un síntoma real de locura, cuando le hablas a las personas de tus ilusiones te preguntan en la mayoría de los que si estás loco. Que te pidan que pongas los pies sobre la tierra es algo que, cuando estas lleno de ilusión, te genera esa risita de sobrado y piensas hacia dentro: “Voy a demostrar que los locos son ellos”. Claramente, la ilusión es el camino que decidimos tomar quienes no sentimos miedo de correr en contra de obstáculos, quienes soñamos con que algún día,  seremos capaces de volar.

No es fácil decirle adiós a la ilusión, a esa amiga que te ha mantenido activo, feliz y en pie de lucha. Es horrible darse cuenta que la realidad pudo más y que el mundo a veces golpea a quien decidió soñar. Es entonces cuando frases que escuchaste o leíste y que te dejaron sin palabras en algún momento, las recuerdas con molestia y desencanto. La realidad es que no siempre las cosas se dan y que el universo no siempre confabula cuando de verdad se quiere y se desea algo con el corazón.

La ilusión es una bandera que poco ondea en los días en los que vivimos y considero que la razón es precisamente que en el fondo ya la gente sabe que no es más que un trapito de agua tibia, que te crea mil cuestiones en la cabeza y que luego, cuando llega la hora de decirle adiós, no hay mucho que te ayude a superar ese dolor, generalmente genera sentimientos de impotencia, frustración y fatiga. La ilusión es entonces como un arma de doble filo, es una línea muy delgada que divide lo mágico de la realidad, que separa a un niño de un adulto y que le presta la cobija a quien muere de frio únicamente por 5 minutos.

Vivir de ilusiones es divino mientras las ilusiones duran; es el despedirlas lo que más costoso pareciera y que te hace dudar y escribir estupideces como las que estoy escribiendo hoy. Mi vida es y será siempre amante de los sueños y de ese amor que pareciera imposible, le apuesto a la locura y a la demencia, si la vida fuera fácil, seria aburrida, le apuesto a la lucha abnegada por conseguir que se dé todo lo que planeamos y vivimos juntos viajando en nuestra imaginación, creo que valdrá la pena.

Pablo Roberto
Sr. García

miércoles, 19 de octubre de 2011

Y las cenizas del ayer.


Luego de aquella mágica noche en que todo paso, mi memoria trajo al recuerdo presente, cosas que ni pensé podía recordar, cosas del futuro, las cenizas del ayer me invadían lentamente y traían a mí recuerdos de mañana, si, de mañana.

Si bien sabia que te amaba, pues mal sabía que pronto no lo haría. La naturaleza se impuso a que se consumara nuestro amor, ella te alejo de mi, sin siquiera habernos encontrado por primera vez, sin que tus ojos llenasen de vida aun los míos, sin que tu cuerpo me diera el calor que cientos de cobijas no me dan, sin que tu olor perfumase los tristes y húmedos olores de esta ciudad impregnada de llanto y lluvia.

Acostado en una costosa caja de madera, caigo en cuenta de que nunca hubo una noche mágica, y nunca paso nada, porque no eres más que un sueño en mi último descanso, mi descanso eterno. Pero ¿qué tan real irreal puede ser esto? si siento que tus lagrimas caen sobre mi pecho y tus brazos me abrazan y ruegan que vuelva a la vida, para darte los besos que jamás te di y que te cuente esas historias lindas que mis labios jamás relataron. Pues te digo que en mi mente ya volví y estoy contigo, pero ¿lo sientes? ¿me sientes?

Me voy de aquí con un recuerdo tan claro de ti. Tu sonrisa tatuada en mi alma, tus ojos enmarcados en los míos, tus manos afianzadas a las mías... No sé si estás, o si no estás, lo que sé que yo estuve ayer y no estoy hoy, por eso quiero que sepas, que cuando estuve, tu estuviste y en mi mente fuiste la reina de lo que en mi vida me dio vida y en mi muerte me está haciendo vivir.

Espero algún día saber quién fuiste.

Pablo Roberto
Sr. García

sábado, 15 de octubre de 2011

El "Pacheco" caraqueño. La otra versión.

Antes de empezar a relatar lo que será para muchos una rara, extraña y diferente versión del "pacheco" caraqueño debo aclarar que en primer lugar, no es una versión personal y lamentablemente, no podré decirles a quien pertenece ya que no poseo esa información, llego a mi hace mucho tiempo y nunca me dijeron su origen. Prometo buscar la fuente y publicarla pronto, tambien estoy abierto a quien quiera ayudarme a encontrar la fuente. En segundo lugar, les comento que mi intención no es hacerles cambiar de versión, simplemente quiero exponer a quienes lo lean, una segunda opción, una segunda respuesta a la famosa pregunta: "¿Por qué al frio le llaman pacheco?" Cada quien decida que respuesta dar.

Comienzo por decir que en Galipan, crecen flores todo el año, flores muy hermosas ya que el clima de la montaña siempre es fresco, no existe razon para que el señor de apellido Pacheco, bajara sólo en diciembre. De inmediato alguno arrojará el argumento en el cual reflejan que el Sr. Pacheco sólo bajaba en diciembre porque no soportaba el calor de Caracas durante el resto del año y a a pesar de tener un poco de sentido, se aleja de una realidad irrefutable: Pacheco vivía de la venta de las rosas, ¿cómo se mantenía el resto del año?. El ser humano trabaja y busca la manera de producir contra viento y marea, dudo mucho que el calor, le privara a este señor de llevar adelante su negocio.

En aquella Caracas de los techos rojos, de tan pocos habitantes y en la que pasear por las calles era cotidiano, resaltaba cada caballero y cada dama brillaba en la escena que podríamos acompañar de música y poesía para darle un poco más de colorido a esta historia.

Entre aquellos caballeros, quienes en las épocas en la que Caracas alberga ese clima de frío tan rico usaban gabardinas y abrigos muy finos para protegerse, resaltaba un hombre, de estatura alta, cabello claro y ojos azules, quien a diferencia del resto, no parecía estar siendo afectado por las bajas temperaturas. Usaba poco abrigo, ropas ligeras, parecía inmune, su vestimenta parecía ser la apropiada para el clima de calor.

El hombre se hizo noticia en Caracas y generó de inmediato una serie de teorías y posibles respuestas a la pregunta que todos se hacían: ¿cómo aguanta este hombre semejante frío? Hasta que un valiente se acercó a preguntarle con mucho respeto el por qué de su vestimenta. El rubio sumergido en una sonrisa tímida respondió con acento foráneo, erá un musiú: "Yo vengo de Checoslovaquia"  (hoy en día divido en Republica Checa y Eslovaquia), "y estoy acostmbrado a inviernos sumamente fuertes, con temperaturas que bajan los 0° Centígrados y realmente, me siento como en el verano de mi tierra natal" El valiente, plenamente satisfecho con la respuesta del Checo, le agradeció y empezó el chisme: "No, es que el hombre es Checo" "Fulanito, el que no se abriga, es Checo" y asi se regó la voz, el hombre no era inmune, simplemente, su cuerpo estaba acostumbrado a otras temperaturas por lo que un ligero descenso en la temperaturas de Caracas, no le afectaría en lo más mínimo.

A partir de ese momento, se creó en Caracas la frase: "Este frío definitivamente es Para Chechos" y así, poco a poco, haciendo caso a la tendencia del venezolano en cortar el castellano, la frase terminó siendo: Este frío es "pa Checo" Hoy por hoy, utilizamos pa abreviación del "para" y la abreviación del gentilicio del "Checoslovaco" en una sola palabra que la asociamos con el frío: "Pacheco". =)

Pablo Roberto
Sr. García

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Me llamo Pablo Roberto y pierdo las cosas.

En la misma onda de reconocer errores y carencias, he aquí una que he decidido gritarle al mundo: Yo soy un carajo que pierdo las cosas, en especial mi cartera. Ya está, lo dije. Cuando estaba chamo, o sea, más chamo, mi mamá me decía: "Pablo Roberto, ¿es que acaso tu no aprecias tus cosas?" y por cuestiones de edad, educación y demás afines, nunca llegue a responderle: "Tienes razón, yo las pierdo porque me encanta botar las cosas que para mi tienen valor" esto por supuesto con un tono sarcástico en la voz, tonito que generaría una inminente cachetada o una enjuagada con jabón azul.
Crecí perdiendo mis juguetes, mi ropa, las gorras, la ropa de mis amigos. Llegue a perder inclusive, zapatos, si, o sea, ¿cómo pierdes un par de zapatos? ¿Es que acaso sales a la calle, los botas y regresas a casa descalzo? Bueno, creo que lo hice en algún momento y bueno, ya no tengo esos zapatos, pues.
Hay una lista de cosas que hay que cuidar más que el resto:
1.      Las llaves.
Una de las cosas que más me dolía perder, eran mis llaves, no tanto por la preocupación de: "Ay, chamo, se van a meter en la casa" no, yo siempre he sido muy viva la pepa, sino por la rolitranco de flatulencia que mi mamá me iba a armar, ella no es tan viva la pepa como yo. "Es que tu pareciera que no tuvieras aprecio por lo que tenemos, ya no hablo de tus cosas personales, hablo de tu casa, tu familia. Ahora voy a tener que cambiar TODA las aserraduras de la casa. ¿Tú sabes cuánto cuesta cambiar eso?" Ahí yo decía: "Si mamá, debe ser caro, lo siento" y eso la hacía enojar más. Amigos, cuando tengan una flatulencia con su mamá, quédense callados, no digan nada. Cualquier cosa que digan, será usada en su contra.
2.      El celular.
Perder el celular es una real porquería, lo que provoca es pegarle a la pared, sobre todo por el dolor de testículos que genera el ir a Digitel del C.C.C.T (Yo tenía digítela) y calarse la cola de 3 horas, para tomar el numerito y darte cuenta que si todo sale bien con los 237 clientes en espera, te atenderán en aproximadamente unas 3 horas con 27 minutos. Pero hay un punto positivo en perder el celular en nuestra querida Venezuela y es que, al menos en mi caso, tenía la excusa perfecta para tapar el nivel de despiste que me caracteriza: "Mamá, me robaron el celular" ya está, muerto el perro se acaba la rabia, ¿quién dudaría que a un inocente joven que se mueve por tukilandia en carro, a pie, en moto o en monociclo, lo atacó el hampa? Nadie, pana, te aseguro que terminarás ganándote un abrazo de tu mamá por el hecho de: "Ay mijo, al menos no te paso nada". El problema está en cómo manejar ese ratón moral, es horrible, lo reconozco.
3.      La cartera.
Cuando se está chamo, no hay flatulencia, lo más valioso que había en esa cartera era la entrada de cine con la que saliste la primera vez que te caíste a besos, el carnet estudiantil del año pasado, que tu jevita te regalo. Destacamos que en la foto, la jevita sale con los aparatos sucios, llenos de hamburguesa y los lentes torcidos, pero para ti, esa era la niña más hermosa del mundo y la pulsera de tela ya podrida que te regalaron el día de los enamorados de hace 4 años.
El problema esta, cuando ya estas grandecito y en la cartera esta la licencia, el certificado médico, carnet de circulación o ticket multi viaje del metro, la tarjeta de debito y si eres suficientemente imbécil (como yo) la de crédito también, el carnet de la universidad, el carnet del colegio de abogados y del INPRE abogados. Creo que en ese momento, prefiero las 6 horas y 27 minutos en Digitel del C.C.C.T.
Recientemente, estando aquí en Chicago, (Agreguen a la lista el seguro social, permiso de trabajo, tarjeta de debito gringa) deje mi cartera en un McDonald. "El gran coñisimo de su madre, que idiota soy". A los 4 días recibí una llamada: un niñito encontró mi cartera, me localizó y me la regresó. "Pablo Roberto, eres un desastre" decía para mis adentros. "Cuídala, men, no seas tarado, tu aquí estas sólo, eres un hombrecito ya". A los días, unos 3 o 4, echando varilla con mis amigos que vinieron de visita, perdí mi cartera. Esta vez no sé ni donde, ni cuando, pero la perdí. Ya después de 3 semanas de esperar que otro ángel me regresara mi cartera, me resigne y el día lunes 12, antes de salir a la policía a reportar mi cartera perdida, abrí el buzón de correo. Sorpresa, resulta que el personal de la CTA (Chicago Transit Authorithy) la encontró en la calle y la llevaron al departamento de objetos perdidos.
Aquel que se sienta identificado conmigo, les pido de pana, vamos a estudiarnos, ¿Qué es lo que pasa con nosotros? ¿Es que acaso somos gente extraña o en verdad no nos importa y nuestras madres tenían razón? Vamos a demostrar que si nos importa, que somos gente extraña, pero que podemos cambiar con esfuerzo, dedicación y guardando nuestras cosas en los bolsillos, carteras, bolsos y demás.

domingo, 10 de julio de 2011

Te regalo mi misión

La vida no es cuestión de acariciar, sentir y ya, la vida es perseguir el objetivo, es buscar la paz a través de una meta, la carrera detrás del amor, de la mágia y el color. Es para mi obvio e irrefutable que cada persona viene a este mundo a cumplir, establecer y lograr, es sentir que existe algo más alla de la simple razón y situación que nos coloca aqui.

Mi vida ha girado en torno al querer y ser querido, a disfrutar del cariño y a llorarlo cuando se va, sin embargo en cualquier situación, el principal objetivo es entregar sonrisas, es hacer de mis palabras y energías, el regalo más preciado para cierta persona, en cierto momento de cierto día.

Sin saberlo, sus ojos me entregan la satisfacción de cumplir y realizarme, su piel erizada o su sonrisa tímida me devuelve, multiplicado mil veces, la alegría que irradié sin darme cuenta.

Gracias a todas esas personas que han sonreido a mi lado, gracias al amor y a la vida por no soltarme la mano inclusive en situaciones complicadas. Mi entorno, mi razón, la risa, mi corazón.

Me falta mucho y lo sigo persiguiendo...
Tu eres una de esas personas en las que mas quiero concentrar esta misión, tengo suficiente para regalarte mucho sin descuidar a los demás.

Pablo Roberto
Sr. García