La verdad es que no entiendo nada.

Tras el auge de las redes sociales y lo que en ellas se refleja de mi vida, sin que yo mismo lo entienda, me di cuenta que tengo varias personalidades o carezco totalmente de alguna. Bienvenidos a la verdadera historia, relatada por letras que yo mismo he decidido poner juntas para lograr que el mensaje llegue con claridad a quienes decidan seguirme. Un poco de humor, realidad, poesía y cuento. Aclaro desde ya que no se si quien escribe es mi verdadero yo o un demonio que decidió emerger a traves de un blog.

Soy el resultado de acción sin reacción, mi causa es difusa.

Pablo Roberto García.

domingo, 9 de noviembre de 2014

El miedo

Me veo tan lejos de todo y tan cerca de tanto, que empiezo a preguntarme eso que entiendo me mantiene vivo: ¿En donde estoy? Me es tan difícil ubicarme en el mundo multipolar en el que vivo, que posiblemente pasaré la vida entera pensando que estoy en el lugar correcto, sin estar ni cerca o por el contrario, imaginar que vivo una realidad equivocada cuando no hay otro momento en el tiempo en el que podría estar mejor.

Cuando quiero estar aquí, la vida me empuja para allá y el amor, siempre inoportuno, es solamente un reflejo de la demencia que vivo por dentro, en la que los protagonistas salen a la obra sin un guión previamente escrito. Hoy en día estoy motivado por la necesidad de caminar de la mano de mis sueños, porque me convencí que solamente así podré llegar a lograrlos y en ese momento, estará alguien tomando mi mano para brindar la tranquilidad que tanto necesito, para generar la chispa que junto a mi madera se conecten en un fuego eterno de cariño y respeto, dejaría de ser inoportuno y empezará a ser espontáneamente perfecto.

Es una mezcla de distancias, soledades y retos las que me tienen ahorita frente a mi blog, abandonado desde hace varios años, por miedo a tatuar en él un pensamiento marcado por la confusión de un corazón roto, convencido que no hay que temer a lo que te ha hecho más grande y que dejar mi país por segunda vez, será el trampolín para seguir construyendo el castillo en el que no he parado de soñar, desde que mi abuelo Feo se fue a construir Macuto en el cielo.

Respondo a quien algún día me gritó con una palabra de amor y vuelvo a expresar ese miedo que me hace ser la persona que soy, pues si dejará de sentir miedo a equivocarme, a darme un nuevo primer beso, a atreverme con la chica que me gusta, a decirle a mi mamá que la extraño, a casarme con un nuevo proyecto y a pedirle a Dios por el descanso de ellos dos, ese día estaré muerto.

Im back.

Sr. García

3 comentarios:

  1. I love you baby!! El miedo es de sabios y más aún si somos capaces de reconocerlo. (K)

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  2. Hijo. Ese es, ademas,el gran motivador,siempre que te mueva en la direccion del viento y no luchando contra el huracan

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