La verdad es que no entiendo nada.

Tras el auge de las redes sociales y lo que en ellas se refleja de mi vida, sin que yo mismo lo entienda, me di cuenta que tengo varias personalidades o carezco totalmente de alguna. Bienvenidos a la verdadera historia, relatada por letras que yo mismo he decidido poner juntas para lograr que el mensaje llegue con claridad a quienes decidan seguirme. Un poco de humor, realidad, poesía y cuento. Aclaro desde ya que no se si quien escribe es mi verdadero yo o un demonio que decidió emerger a traves de un blog.

Soy el resultado de acción sin reacción, mi causa es difusa.

Pablo Roberto García.

lunes, 31 de enero de 2011

De un greñero loco a la ausencia de cabello.

En los últimos meses, el tema de mi calvicie ha sido tocado en reiteradas oportunidades, la frase "Chamo estas calvo" parece ser el tema trending en la mayoría de mis conversaciones. En verdad no es para menos, quienes me conocen desde hace tiempo, fueron testigos de lo que fue una cabellera abundante y con una personalidad que hablaba por si sola. Eran mis greñas, mis amadas greñas.

A ver, realmente en aquella época siempre tuve la idea que éste momento llegaría, pero jamás imaginé que la calvicie fuera inminente y que el punto de no retorno ya había pasado hacia un tiempo atraso. En mi familia paterna, todos tienen el "techo de lona" o como otros lo llaman: "el corte de Carlos Andrés" y aunque mi hermano Juan Andrés se esfuerza por explicar que la calvicie se transmite por los genes de la madre yo prefiero mandar a la genética Mendeliana largo al carajo. Mi "abuelo feo" (así lo llamabamos sus nietos) era calvo, de sus cuatro hijos varones, tres son calvos y de los once nietos varones, anóten que al menos siete seremos calvos, aqui el problema es que a mi me atacó primero a la temprana edad de 22 años pero bueno, reiré de último, reiré mejor.

No fue fácil, debo reconocer, en principio, empezé a aplicar la técnica de quien conoce que su trágico destino y me peinaba "pa lante", de cierta forma esto ayudaba a que el tamaño de la frente no delatara que tenía más entradas que el C.C.C.T. Luego simplemente no me peinaba en lo absoluto para que el greñero o lo que quedaba de el, alborotado y rebelde hiciera el trabajo de cubrir esas partes donde podía aterrizar un helicóptero y tomé esta actitud de rádical de "yo no me peino porque soy cool". Un amigo con quien juego Golf, Jesús Luciani, en reiteradas oportunidades me decía que mi cabellera era una mentira, un engaño, yo me reia y muy dentro de mi, asentía triste, le daba la razón. Ya cuando la cosa estaba más seria, decidi pasarme la máquina, hay una teoría que dice: "si te pasas la máquina, te ves menos calvo" lo que pienso de esa teoría es: "que PAJA tan grande" de bolas que me veía mas calvo, es más, ya era calvo.

Tampoco mi idea es hacerles creer que estoy triste o frustrado por mi escasez de cabello, todo lo contrario, amigos, ser calvo no es cosa fácil, requiere de mucha personalidad y lo que Dios no me dio en pelo, me lo dio en carácter. La presencia que impone una persona calva al entrar en una sala se podría comparar con el respeto hacia un maestro en su primera clase. Inmediatamente las miradas se enfocarán sobre ti, e independientemente de lo que se este hablando, medio camino ya está andado, el trabajo entonces del sujeto calvo es de utilzar la atención que recibe y utilizarla de la mejor manera.

Recuerdo y valoro las memorias de aquella lacia y abundante, pero esta transición me ha convertido en un ser mucho mas maduro y preparado.

Hermanos, yo jamás he visto a un calvo pidiendo plata en la calle, todos son unos greñuos.

Pablo Roberto
Sr. García

2 comentarios:

  1. Recuerdo la lacia cabellera, aquellos años mozos, tú en 2do año de la carrera...Pero el inicio de tu calvicie también lo recuerdo bien, y me quedo con esas memorias. Haber mencionado a Chuchu aquí no tiene precio, me reí mucho...

    Abrazo.

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  2. Mi pequeña peque! Tuviste la dicha de conocer ambas etapas, :) Me alegro haberte sacado risas.

    Abrazo!

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